El 6 de febrero, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó la Ley de Protección del Derecho a Organizarse (PRO), por un total de 224 votos a favor y 194 en contra.
Aprobada por consenso partidario, la ley es la reforma laboral más integral en favor de los trabajadores en décadas. Fue diseñada para facilitar la organización de los trabajadores en todo el país y eliminaría la mayoría de las barreras y obstáculos erigidos por las empresas desde que se aprobó la Ley Nacional de Relaciones Laborales original en 1935.
Los líderes republicanos del Senado indicaron que el proyecto de ley nunca será sometido a votación, anulando los esfuerzos de los demócratas de la Cámara de Representantes.
El presidente de la AFL-CIO, Richard Trumka, dijo que la Ley PRO era muy esperada y señaló que la legislación laboral estadounidense se ha diluido tanto que no permite que los trabajadores hagan oír su voz.
“Este proyecto de ley es para los trabajadores”, dijo Trumka “…No descansaremos hasta que la Ley PRO sea la ley del país y se restablezcan los derechos de los trabajadores”.
En una carta a los legisladores, el presidente del Sindicato Internacional de Trabajadores de Norteamérica (LiUNA), Terry O'Sullivan, manifestó el apoyo abrumador de su sindicato internacional a la cuestión.
“La HR 2474 amplía los recursos, castiga las violaciones de los derechos de los trabajadores por parte de los empleadores y fortalece el derecho de los trabajadores a organizarse y negociar mejores salarios y condiciones de trabajo... Evitará que los empleadores clasifiquen erróneamente a los trabajadores como 'contratistas independientes'.
“Lo más importante es que contrarrestará las llamadas leyes de ‘derecho al trabajo’ que perjudican a los sindicatos y a nuestros miembros”, añadió O'Sullivan.
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