Dorsey Hager, secretaria ejecutiva y tesorera del Consejo de Comercio de Construcción y Edificación de Columbus/Centro de Ohio, Escribió un artículo de opinión para el Columbus Dispatch instando al Congreso a aprobar una legislación para proteger el sector tecnológico del país, que cree que puede ayudar a crear un renacimiento de la industria manufacturera estadounidense y buenos empleos sindicales.
En la columna, Hager argumentó que el Congreso debe tomar medidas legislativas para acelerar la innovación de las principales empresas tecnológicas del país para sostener las oportunidades económicas y mantener una ventaja competitiva frente a China.
“Si no lo hacen, no será posible para el sector tecnológico –y los empleos que crea– evitar el mismo destino que ha enfrentado la industria manufacturera estadounidense durante las últimas décadas”, escribió Hager.
Cree que las recientes medidas adoptadas por el Congreso para invertir en la tecnología de semiconductores estadounidense y en la producción nacional de chips son ciertamente alentadoras, pero es sólo el comienzo.
“Las empresas tecnológicas más innovadoras de nuestro país son una fuerza impulsora de la economía y la creación de empleo”, escribió Hager. “Los sindicatos y nuestra fuerza laboral capacitada están listos para enfrentar el desafío y continuar reconstruyendo la clase media. Es hora de que el Congreso se alinee con este esfuerzo y con las realidades de la economía de la innovación del siglo XXI”.
El papel de los sindicatos en el renacimiento de la industria manufacturera estadounidense
Los sindicatos están listos para reconstruir la clase media de Estados Unidos y, al hacerlo, abordar la escasez de la cadena de suministro global y proteger la seguridad nacional del país, argumentó Hager.
Señaló como un claro ejemplo la decisión de Intel de invertir 1.420.000 millones de dólares en una planta de chips semiconductores en las afueras de Columbus.
“Estas inversiones en la economía de innovación de Ohio están acaparando los titulares por muchas razones valiosas”, escribió Hager. “Traerán 3.000 empleos del sector tecnológico a la zona central de Ohio y ayudarán a aliviar las preocupaciones de seguridad nacional al reducir la dependencia de Estados Unidos de chips fabricados en el extranjero”.
El sector tecnológico crea más que sólo empleos informáticos. Los oficios de la construcción desempeñan un papel fundamental en la reconstrucción de la clase media de este país, escribió Hager.
Los empleos de construcción creados para el proyecto Intel son un cambio radical para Ohio, ya que el salario anual promedio en este proyecto podría superar los 100.000 TPH y algunos trabajadores calificados podrían ganar hasta 175.000 TPH.
“Los empleos pagan el estándar de la industria con beneficios de salud y pensión para que los trabajadores puedan cuidar de sus familias y luego jubilarse con la dignidad y seguridad financiera que merecen al final de sus carreras”, dijo.
Solo en Ohio, el sector tecnológico emplea a más de 400.000 personas y tiene un impacto directo estimado de 1.350 millones de dólares en la economía del estado, sin contar el impacto indirecto del sector. Esas cifras seguirán creciendo.
Hager sostuvo que es fundamental que los sindicatos acepten la realidad del futuro y recluten la fuerza laboral necesaria para lograrlo.
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